martes, 31 de mayo de 2011

Trastornadores del entorno, arquitectos del destino

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Liliana Cueto Torrenegra

Luis Montes Costa

Carlos Bohorquez Herrera

Luisa Martinez taborda

Yudevis Perez Sarmiento

Gladys Gonzalez Martinez

Silvia Correa Pino


Wilfrido Primo



En la actualidad las empresas han abandonado las posiciones normativas y prescriptivas de administrar, según los preceptos de las organizaciones tradicionales, donde se ofrecía un recetario lleno de exquisitos y complejos métodos, los cuales sugerían condiciones para la existencia y el crecimiento de las organizaciones, brindándole a los administradores un abanico de posibilidades para dirigir las empresas; donde estas solo se concebían en términos abstractos, rígidos y formales, con esquemas preestablecidos, que se debían seguir sin desviarse ni a derecha ni a izquierda.

La administración es una ciencia relativamente joven, tiene poco más de cien años, su aparición data del Siglo XX y en la medida que transcurría este siglo se mostraron monumentales cambios en la administración. Hoy en día las empresas han pasado a tal grado de complejidad, crecimiento e informalidad que se han adoptado posiciones más descriptivas y menos prescriptivas, por otro lado se ha abandonado el enfoque exageradamente formal e incompleto de la organización; atravesamos una época donde se está luchando por dejar de lado concepciones erróneas, por finiquitar mitos y por dar pasos agigantados en el largo y escabroso camino que desde añejos ingenieros, sociólogos, militares, filósofos, economistas y otros intelectuales han recorrido para construir, enriquecer y fortalecer la administración.En consecuencia, el gerente debe estar nutrido de habilidades técnicas, humanas y conceptuales, no obstante, estas a su vez exigen ciertas competencias (conocimiento, perspectiva y actitud). Precisamente el arte de gerenciar radica en saber aplicar y maniobrar todas esas habilidades y competencias para así fidelizar al cliente, ya que para este no es suficiente la calidad, esta se convierte solo en una satisfacción funcional. En estos tiempos el objetivo del gerente es atesorar personas capaces de establecer lazos emocionales, tener un equipo capaz de mantener el cliente satisfecho, un personal con mayúsculas habilidades humanas que sepan relacionarse de forma inteligente con los clientes y que garantice la satisfacción funcional y emocional del consumidor.

De modo que en todos los tipos de organización es necesario líderes. El gerente debe ayudar a desarrollar las habilidades de las personas, debe ser un orientador, pero para esto necesita conocer su equipo de trabajo, sus motivaciones, saber conducirlas, es decir, necesita ser líder.

Para esto se hace imprescindible derrumbar la vieja manera del liderazgo tradicional, un liderazgo autocrático y centralizado, basado en las sanciones, en el carácter dominante del líder, en una organización monopolizada, en un sistema administrativo coercitivo y arbitrario, que no permite que las personas desarrollen sus habilidades, que da cabida a la desmotivación e insatisfacción e innecesariamente provoca frustración; el gerente solo persigue satisfacer sus necesidades y las de la organización, pero se olvida de la organización informal, del recurso humano, que busca satisfacer sus necesidades, desde las primarias hasta sus necesidades de autorrealización.

En efecto, se hace necesario que en las empresas actuales los gerentes desarrollen un trabajo en las personas buscando ser influenciado por los potenciales del grupo para complementar sus debilidades y que esta experiencia sea reciproca, actualmente se habla no de líderes motivadores sino de líderes inspiradores. La motivación es algo interno, es una decisión, nadie puede motivar a otro, el líder solo genera las condiciones e incentiva la participación de las personas para que estas se motiven; la motivación se traduce en satisfacción, para lo que debe haber una necesidad y para identificar esa

necesidad el gerente debe investigar.

Resulta de trascendental importancia la comunicación entre el gerente y su equipo de trabajo, la comunicación eficaz y eficiente garantiza una relación franca, espontanea y cordial, permitiendo que tanto los objetivos del grupo, del gerente y de la empresa se realicen. Sin embargo, pensar en una relación sin conflictos resulta una concepción ingenua, debido a que no siempre van a coincidir los objetivos de todas las partes de la organización y se hace necesario una negociación clara y objetiva, tomando decisiones convenientes a cada una de las partes.

Para concluir, es necesario que los nuevos profesionales en la administración tengan claro que ser líder, es su valor agregado ante la desmesurada incertidumbre que se vive en el mundo laboral, debido a la inminente escasez de oportunidades en el mercado laboral; ser empleado, desempleado o empresario, es una decisión.

¿? EMPLEADO

¿? DESEMPLEADO

¿? EMPRESARIO

Frederick Winslow Taylor, dice: Queremos estudiantes que sean pensadores, investigadores e innovadores; no sólo aprendices, memorizadores e imitadores; no repetidores del pasado, sino productores de nuevos conocimientos; no sólo versados en lo que se ha escrito, sino alertas a encontrar lo que aún no se ha escrito; que no sean capaces únicamente de ajustarse al medio, que lo ajusten a ellos; no sólo productores de escritos de imitación, sino de artículos creativos; no sólo ejecutantes de alta calidad, también compositores y creadores de nuevos patrones.

En conclusión, el gerente debe estar en la capacidad de transformar conocimiento en acción, de generar ideas, de trastornar su entorno en beneficio de un bien común, de inspirar a su equipo, de resolver problemas, de tomar decisiones sabias, descentralizadas y convenientes. El líder rompe esquemas, quiebra cadenas y crea alternativas.

Desarrollar habilidades gerenciales, ante todo es una decisión personal, algo interno, significa estar dispuesto a trabajar en posiciones de alto riesgo y en el caos. Por lo tanto el líder debe controlar su temperamento y formar cada día su carácter.

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